23.4.11

Agenda política 2011 (III)*

Como hemos señalado en las anteriores colaboraciones, el 2011 se presenta como un año harto complejo por los distintos acontecimientos que paulatinamente se desarrollarán, pero también por las repercusiones que estos tendrán de cara a la sucesión presidencial de 2012. No obstante, es necesario también mantenernos atentos al comportamiento que tanto políticos como la sociedad, tendremos frente a estos hechos.

En lo que concierne a los políticos, el discurso y comportamiento de varios de ellos parece enfocado más a la agresión que a la propuesta. Para muestra un botón. Ante las opiniones vertidas por un ciudadano que pronto se convertirá en presidente del Partido Revolucionario Institucional, los secretarios Heriberto Félix, Javier Lozano y Alonso Lujambio han salido a contestar con argumentos francamente pobres. Más allá de su filiación partidista, siempre válida, es increíble que el tamaño de sus declaraciones sea el de la descalificación. Félix, Lozano y Lujambio son funcionarios públicos con responsabilidades de altísimo nivel. Ante la crítica de un ciudadano tendrían que dar razones y argumentos basados en cifras y resultados, y no comportarse como bravucones envalentonados desde la comodidad de un cargo público.

Por otro lado, un político profesional como Humberto Moreira, demuestra que la tónica de la próxima presidencia del PRI será la de confrontar los dichos del gobierno con la realidad que todos los días enfrentamos los mexicanos. En su papel como futuro dirigente de un partido político de oposición, Moreira ha decidido no dejar espacio a la autocomplacencia gubernamental y al uso faccioso de cifras engañosas que no reflejan lo que millones de mexicanos vivimos día a día. Mientras esto sucede, los presidentes de los otros dos principales partidos se dedican a buscar la construcción de una dudosa alianza electoral en el Estado de México y a la contención de disputas internas que los tienen al borde de la derrota.

Y mientras unos y otros dedican el tiempo a exhibir las carencias y defender las miserias, la sociedad ha adoptado un papel cauteloso que preocupa. Resulta cuando menos incierto el comportamiento callado y pasivo en el que los mexicanos nos hemos montado. En realidad, es difícil saber si se trata de una apatía generalizada causada por la carencia de propuestas novedosas que demuestren un verdadero interés en el progreso y el desarrollo de quienes menos tienen, o más bien de la más pura de las inconformidades manifestada en forma de inacción. En todo caso, algo tenemos que hacer todos, políticos y ciudadanos, para comenzar a mover la nave que tendría que llevarnos a un mejor destino.

En 2011 la política estará marcada por la confrontación y la falta de acuerdos. Y mientras esto siga así, será difícil conseguir mejores condiciones de vida. Basta ya de hablar de futuros inciertos y de justificar el estancamiento y la pasividad de los hombres del poder en la imposibilidad de construir un proyecto común no a las siglas de un partido, sino a todos los mexicanos. Basta ya de hablar de atraso, pobreza, injusticia, hambre, delincuencia y enfermedad, y quedarnos estáticos argumentando la culpa de los demás, de los políticos, del vecino, del de enfrente.

La agenda política, la del 2011 y las que sigan, no pueden ser definidas a contentillo de los partidos políticos, del gobierno y de los intereses económicos. La agenda política, la de los ciudadanos preocupados por nuestro país, tiene que ser marcada desde nuestros intereses y necesidades. Espero, en verdad lo hago, que al terminar el año que comienza podamos hablar de los logros alcanzados gracias a la participación de todos. Somos mucho más que las ambiciones personales y de grupo que buscan el poder de la política sin entender para qué sirve, para qué lo quieren.

* Publicado en los diarios de Organización Editorial Mexicana el 17 de enero de 2011.

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