25.4.11

Distrito Federal, 2012*

En días recientes, los capitalinos fuimos testigos de la fuerza de la naturaleza y lo implacable que puede ser una tormenta. Como pocas veces, en tan sólo unas horas cayó una asombrosa cantidad de agua. De acuerdo con las autoridades capitalinas, el sábado 16 de abril la Ciudad de México registró una precipitación promedio de 64 milímetros, situación considerada atípica no sólo por la cantidad de lluvia, sino también por la fecha en que se presentó. La lluvia, además de los daños materiales a la infraestructura urbana y a miles de viviendas y automóviles, trajo con sí una revelación: los gobiernos de la capital han hecho muy poco para resolver los problemas que afectan a los habitantes del Distrito Federal.

Y frente a esta realidad que muestra no sólo la ineficiencia, sino también la falta de voluntad e interés de nuestros gobernantes, vale la pena comenzar a preguntarnos qué es lo que está pasando y cuál el rumbo que debemos tomar los ciudadanos. El próximo año, además de las elecciones federales donde se elegirán Presidente de la República, diputados federales y senadores, en el Distrito Federal votaremos por un Jefe de Gobierno, 16 Jefes Delegacionales y 66 diputados locales. Bien haríamos los ciudadanos en iniciar una reflexión seria y responsable que nos permita dilucidar si lo que han hechos los últimos gobernantes es lo que deseamos para nuestra Ciudad o si más bien requerimos un viraje hacia otras opciones políticas que planteen propuestas novedosas para resolver nuestros añejos problemas.

Desde 1997, cuando desapareció la figura de Jefe del Departamento del Distrito Federal y por primera ocasión los ciudadanos sufragaron para elegir a su gobernante, el Partido de la Revolución Democrática ha gobernado la Ciudad de México. En tres distintas ocasiones, sus candidatos – Cuauhtémoc Cárdenas  Solórzano, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubon – han resultado triunfadores. Pero también otros dos perredistas, Rosario Robles Berlanga y Alejandro Encinas Rodríguez, han gobernado esta Ciudad como Jefes de Gobierno sustitutos. En 14 años de democracia electoral en el Distrito Federal, los capitalinos hemos contado con cinco distintos gobernantes, y probablemente en los próximos meses se sume el sexto.

A partir del argumento anterior, vale la pena plantear varias preguntas. A quienes nos han gobernado, podríamos preguntarles: ¿En verdad les interesa resolver los principales problemas de la Ciudad? ¿Han buscado la Jefatura de Gobierno para servir a los capitalinos o para tener una de las mejores plataformas electorales en sus aspiraciones de más poder? Pero nosotros mismos también tendríamos que cuestionarnos al respecto. ¿Queremos que a partir de 2012 el Distrito Federal sea gobernado por alguien que no se involucre en nuestras necesidades y aspiraciones como sociedad? ¿Perpetuaremos a quienes han incumplido sus promesas y que sólo buscan el cargo para desde ahí despegar a posiciones de mayor responsabilidad?

Más allá de los daños provocados en el Viaducto o de aquellos sufridos en el patrimonio de miles de capitalinos, las lluvias de los últimos días han provocado entre la sociedad la necesidad de iniciar un debate sobre aquello que como ciudadanos queremos para los próximos años. A lo largo de las siguientes colaboraciones habremos de plantear los hechos tangibles que nos permiten afirmar que, hasta el momento, los habitantes del Distrito Federal no hemos contado con gobernantes que estén a la altura de nuestros problemas y necesidades. Más allá de filias o fobias por las personas o sus partidos, desde Cárdenas hasta Ebrard, quienes han recibido el voto, pero sobre todo la confianza de los ciudadanos, nos han quedado a deber. Es tiempo de evaluarlos. Es tiempo de reflexionar a partir de la realidad. Es tiempo de pensar en el Distrito Federal en 2012.

* Publicado en los diarios de Organización Editorial Mexicana el 25 de abril de 2011.

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